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ROMERÍA A LA ERMITA DE SAN SIMEÓN. CABREDO
23 junio
El domingo previo a la festividad de San Juan, los habitantes de Cabredo realizan una peregrinación a la ermita de su santo patrón, San Simeón, un monje benedictino cuyos restos reposan en un arca en la iglesia del Monasterio de Azuelo. Durante esta visita, los peregrinos de Cabredo solicitan a San Simeón su bendición para los campos, esperando que propicie la última lluvia antes del verano, con el fin de nutrir el grano de los cereales y asegurar una cosecha próspera.
Conocidos localmente como «pelones», los habitantes de Cabredo suelen llegar alrededor de las once de la mañana a los alrededores de la iglesia. Allí, mientras toman el almuerzo, esperan a los demás para llevar a cabo el traslado del pendón rojo de Cabredo y comenzar la procesión de la romería.
Posteriormente, ambos ayuntamientos se encargan de organizar una comida popular para todos los asistentes.
Al finalizar el día, al regresar, los cabredanos devuelven el pendón a la ermita de San Simeón, donde se celebra otra misa y disfrutan de una merienda.
Esta celebración se mantiene viva debido a la leyenda que cuenta cómo San Simeón llegó a Azuelo descalzo y sin sufrir ningún daño.
INTINERARIO:
El domingo previo a la festividad de San Juan, los habitantes de Cabredo realizan una peregrinación a la ermita de su santo patrón, San Simeón, un monje benedictino cuyos restos reposan en un arca en la iglesia del Monasterio de Azuelo. Durante esta visita, los peregrinos de Cabredo solicitan a San Simeón su bendición para los campos, esperando que propicie la última lluvia antes del verano, con el fin de nutrir el grano de los cereales y asegurar una cosecha próspera.
Conocidos localmente como «pelones», los habitantes de Cabredo suelen llegar alrededor de las once de la mañana a los alrededores de la iglesia. Allí, mientras toman el almuerzo, esperan a los demás para llevar a cabo el traslado del pendón rojo de Cabredo y comenzar la procesión de la romería.
Posteriormente, ambos ayuntamientos se encargan de organizar una comida popular para todos los asistentes.
Al finalizar el día, al regresar, los cabredanos devuelven el pendón a la ermita de San Simeón, donde se celebra otra misa y disfrutan de una merienda.
Esta celebración se mantiene viva debido a la leyenda que cuenta cómo San Simeón llegó a Azuelo descalzo y sin sufrir ningún daño.
INTINERARIO:
El domingo previo a la festividad de San Juan, los habitantes de Cabredo realizan una peregrinación a la ermita de su santo patrón, San Simeón, un monje benedictino cuyos restos reposan en un arca en la iglesia del Monasterio de Azuelo. Durante esta visita, los peregrinos de Cabredo solicitan a San Simeón su bendición para los campos, esperando que propicie la última lluvia antes del verano, con el fin de nutrir el grano de los cereales y asegurar una cosecha próspera.
Conocidos localmente como «pelones», los habitantes de Cabredo suelen llegar alrededor de las once de la mañana a los alrededores de la iglesia. Allí, mientras toman el almuerzo, esperan a los demás para llevar a cabo el traslado del pendón rojo de Cabredo y comenzar la procesión de la romería.
Posteriormente, ambos ayuntamientos se encargan de organizar una comida popular para todos los asistentes.
Al finalizar el día, al regresar, los cabredanos devuelven el pendón a la ermita de San Simeón, donde se celebra otra misa y disfrutan de una merienda.
Esta celebración se mantiene viva debido a la leyenda que cuenta cómo San Simeón llegó a Azuelo descalzo y sin sufrir ningún daño.
INTINERARIO:
El domingo previo a la festividad de San Juan, los habitantes de Cabredo realizan una peregrinación a la ermita de su santo patrón, San Simeón, un monje benedictino cuyos restos reposan en un arca en la iglesia del Monasterio de Azuelo. Durante esta visita, los peregrinos de Cabredo solicitan a San Simeón su bendición para los campos, esperando que propicie la última lluvia antes del verano, con el fin de nutrir el grano de los cereales y asegurar una cosecha próspera.
Conocidos localmente como «pelones», los habitantes de Cabredo suelen llegar alrededor de las once de la mañana a los alrededores de la iglesia. Allí, mientras toman el almuerzo, esperan a los demás para llevar a cabo el traslado del pendón rojo de Cabredo y comenzar la procesión de la romería.
Posteriormente, ambos ayuntamientos se encargan de organizar una comida popular para todos los asistentes.
Al finalizar el día, al regresar, los cabredanos devuelven el pendón a la ermita de San Simeón, donde se celebra otra misa y disfrutan de una merienda.
Esta celebración se mantiene viva debido a la leyenda que cuenta cómo San Simeón llegó a Azuelo descalzo y sin sufrir ningún daño.
INTINERARIO:
El domingo previo a la festividad de San Juan, los habitantes de Cabredo realizan una peregrinación a la ermita de su santo patrón, San Simeón, un monje benedictino cuyos restos reposan en un arca en la iglesia del Monasterio de Azuelo. Durante esta visita, los peregrinos de Cabredo solicitan a San Simeón su bendición para los campos, esperando que propicie la última lluvia antes del verano, con el fin de nutrir el grano de los cereales y asegurar una cosecha próspera.
Conocidos localmente como «pelones», los habitantes de Cabredo suelen llegar alrededor de las once de la mañana a los alrededores de la iglesia. Allí, mientras toman el almuerzo, esperan a los demás para llevar a cabo el traslado del pendón rojo de Cabredo y comenzar la procesión de la romería.
Posteriormente, ambos ayuntamientos se encargan de organizar una comida popular para todos los asistentes.
Al finalizar el día, al regresar, los cabredanos devuelven el pendón a la ermita de San Simeón, donde se celebra otra misa y disfrutan de una merienda.
Esta celebración se mantiene viva debido a la leyenda que cuenta cómo San Simeón llegó a Azuelo descalzo y sin sufrir ningún daño.
INTINERARIO:
Tejiendo Caminos y Bizi Codés colaboran para recabar información y mantener actualizada esta agenda que tiene como fin la promoción y disfrute de todos los eventos celebrados en los pueblos de la Sierra de Codés.