lazagurría
Lazagurría, conocida como Elizagorria en euskera, es un encantador municipio español en la Comunidad Foral de Navarra. Ubicado en la Merindad de Estella y en la pintoresca comarca de Estella Occidental, este pueblo cuenta con una población de alrededor de 180 personas. Aproximadamente a 72,5 km al sur se encuentra la capital de la comunidad, Pamplona, dotando a Lazagurría de una ubicación privilegiada que combina la tranquilidad rural con la cercanía a importantes centros urbanos.
HISTORIA
La rica historia de Lazagurría se revela a través de los numerosos vestigios arqueológicos que pueblan su término municipal, evidenciando una ocupación humana que se remonta a tiempos prehistóricos. Los yacimientos presentes en la región atestiguan la presencia de antiguas civilizaciones, destacando un significativo yacimiento neolítico en Valdezurita, registrado en mapas antiguos y datado entre 3.000 y 5.000 años antes de Cristo.
El legado histórico de Lazagurría se enriquece con restos de la Edad del Hierro, como el yacimiento de Castejón, que, con sus vestigios de cerámica celta, medieval y posterior, sugiere una ocupación cultural diversa a lo largo del tiempo. Los enclaves de Cerro Royo y Raposos, habitados durante la Edad del Hierro, revelan incluso presencia romana, respaldada por fragmentos datados en el siglo II d.C. y períodos subsiguientes. Se especula sobre la existencia de una villa romana en Los Llanos.
Lazagurría, antiguamente una villa donada por el Rey Sancho Garcés III el Mayor al Monasterio de San Juan de la Peña en el año 1024, junto con todos sus habitantes y términos, experimentó cambios de posesión a lo largo de los siglos. En 1368, la villa fue adquirida por la ciudad de Viana, y posteriormente, en 1774, se separó de esta urbe. Durante el período de reformas municipales entre 1835 y 1845, Lazagurría emergió como un Ayuntamiento independiente, consolidando así su identidad y autonomía.
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Lazagurría, con sus matices lingüísticos y etimológicos, nos invita a explorar los posibles significados que encierra su nombre. Las interpretaciones sugeridas a lo largo del tiempo revelan una riqueza cultural y una conexión profunda con la lengua vasca. Aquí se presentan algunos de los significados aparentes asociados a Lazagurría: «Iglesia Roja»: Una interpretación propone que el nombre se compone de «eliza» en vasco, que significa ‘iglesia’, y «gorri», que se traduce como ‘rojo’.
La Real Academia de la Lengua Vasca sugiere la variante «Elizagorria». «Fresno Rojo»: Otra interpretación se relaciona con «lizar», que significa ‘fresno’, y «gorri», que se traduce como ‘rojo o pelado’. Se menciona la posibilidad de que este nombre se derive de estas palabras.
Relación con Calagurris y Graccurris: Aunque no parece probable, se menciona la posibilidad de una conexión con los antiguos nombres de Calagurris y Graccurris.
«Sima Roja»: Se sugiere que, si las formas sin la letra «E» inicial no se deben a una pérdida de vocal, el nombre podría derivar de «leiza-gorria», que se interpretaría como ‘sima roja’.
Las distintas variantes a lo largo de los años, como «Villa de Liçagorría» en la donación a San Juan de la Peña en 1024, o «Liçagorria» en los censos de 1330, 1350, y 1366, muestran la evolución del nombre a lo largo de la historia. «Liçagorría» parece ser la forma más antigua y frecuente, mientras que «Eliçagorría» aparece en una fecha más tardía.
En el relato de Julio Caro Baroja, se destaca que en los censos más antiguos se registraba como «Liçagorria», sugiriendo una posible composición de «gorri» (‘rojo o seco’) y «leiza» (‘cueva o sima’), en lugar de «lizar» (‘fresno’). Esta ambigüedad refleja la complejidad y la cautivadora incertidumbre en torno al origen del topónimo Lazagurría, un nombre que preserva su misterio a lo largo del tiempo.
El escudo de armas del lugar de Lazagurría tiene el siguiente blasón: Trae de oro y un toro de sable posado, terrazado de sinople.
~ Bizi Codés
Asociaciones
Asociación Cultural Eguiarena.
Organiza junto con el ayuntamiento, las actividades durante el año.
Club ciclista Regaliz de Palo
Asociación Eltxorrock
PATRIMONIO CULTURAL Y ARQUITECTÓNICO
La iglesia de Lazagurría es una notable construcción que fusiona elementos góticos-renacentistas con toques barrocos, evidenciando su evolución a lo largo de los siglos. Construida en el siglo XIV, presenta una planta de nave única rectangular con tres tramos, además de un cuarto tramo más amplio que forma el crucero y la cabecera poligonal. Adosada a esta última, se encuentra la sacristía, de forma pentagonal irregular. Las bóvedas estrelladas cubren el crucero, mientras que la cabecera está adornada con una gallonada. La entrada principal de la iglesia está protegida por un pórtico barroco de tres arcos rebajados. Junto al templo se erige una torre barroca de ladrillo, construida en el siglo XVIII. En el interior, destaca el retablo mayor de estilo manierista, dedicado a la Virgen del Rosario y tallado a principios del siglo XVII. Aunque la policromía es moderna, algunas imágenes, como la de San José, conservan su estilo barroco original. La imagen de la Virgen del Rosario se cree que proviene de una antigua ermita, aunque ya no se conserva. En el lado del Evangelio se encuentra el retablo barroco de la Inmaculada, mientras que en el lado de la Epístola se sitúa el retablo de San Isidro Labrador, ambos del siglo XVIII. La sacristía alberga una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño, de estilo romanista y datada hacia 1600, que representa una notable pieza de devoción en la historia de la iglesia de Lazagurría.
Los Llanos (romano),
Las Campadas (neolítico y edad de bronce),
La Carrera (edad de bronce),
Monte de los Raposos (edad de hierro),
Cerro Royo I (edad de bronce),
Las Suertes (romano), Cerro Royo II (edad de hierro) y Castejón (edad de hierro).
El corazón de Lazagurría se despliega a lo largo de una extensa calle, con el imponente templo parroquial como su presencia dominante. La antigua calle Sol, hoy rebautizada como calle Mayor, alberga un notable blasón rococó en piedra datado a finales del siglo XVIII. Este escudo se distingue por la presencia de un querubín inferior entre niños tenantes y un yelmo por timbre, añadiendo un toque artístico y emblemático a la vía.
Cerca de la plaza central del pueblo, se conservan dos escudos barrocos en piedra que enriquecen la historia visual de Lazagurría. El primero, de origen más antiguo, data del siglo XVII y presenta mascarones entre leones portantes, con un yelmo como elemento distintivo. El segundo escudo, de aparente elaboración más avanzada, se estima que fue tallado alrededor de 1700. Aunque su bordura se encuentra deteriorada, destaca por la presencia de mascarones, niños y un yelmo como elemento superior.
La Casa Consistorial actual, erigida en 1910, se integra de manera armoniosa en el entorno, siendo un edificio contiguo a la iglesia. Con tres fachadas orientadas hacia el exterior, estas están enfoscadas y las esquinas se destacan en piedra, formando una cadena que resalta la conexión visual y arquitectónica con el conjunto urbano. Este edificio consistorial no solo cumple su función administrativa, sino que también contribuye a la estética cohesionada del área central de Lazagurría.
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ENTORNO NATURAL
El núcleo del pueblo se desarrolla en la ladera sur de una elevación orográfica, con vistas hacia el paisaje agrario de la ribera del río Linares. La zona se caracteriza por la predominancia de cultivos herbáceos, así como por pequeñas masas forestales y cerros cubiertos de matorral mediterráneo. Los barrancos del Linares y el Odrón albergan una vegetación diversa, incluyendo pastizales húmedos, saladares y tamarizales, lo que contribuye a su relevancia paisajística y natural, con continuidad en los municipios circundantes.
GEOGRAFÍA
Lazagurría se encuentra en el sudoeste de Navarra, en el valle del río Ebro, y limita con los municipios de Los Arcos, Mendavia y Torres Del Río. Está rodeado por los ríos Linares y Odrón, y su término municipal abarca una extensión de 16,6 km2. La distancia desde Pamplona es de 67 km, mientras que desde Logroño se encuentra a 21 km, accesible a través de la Autovía A-12. Esta ubicación la posiciona estratégicamente, ya que es un punto de encuentro entre el Eje del Ebro y el Eje Logroño-Estella-Pamplona.
personajes emblemáticos
Organista
Hidalgo navarro del siglo XVIII, nacido en Lazagurria y vecino de Viana. Padre de Nicolás de Pierola y abuelo de Nicolás de Pierola Villena, en 1782 pleiteó -con éxito- en Pamplona ejecutoria de hidalguía y armas, demostrando ser originario del solar alavés de Pierola.
Meteorólogo
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ESTABLECIMIENTOS COMERCIALES
BAR DEL CENTRO SOCIOCULTURAL
Carnicería, pan y tienda de alimentación
Este establecimiento cuenta con una innovadora carnicería y tienda móvil que brinda servicio a otros pueblos de la zona. Esta iniciativa no solo ofrece una conveniente opción de compra para los residentes de Lazagurría, sino que también proporciona acceso a productos frescos y de calidad a comunidades cercanas que podrían tener menos opciones de abastecimiento
Tienda de productos del hogar, abonos y fitosanitarios
alojamientos
CASA PARRA
Casa rural dotada de 7 dormitorios y 10 camas, puede albergar hasta 15 personas. Cuenta con todas las amenidades para una estancia cómoda y agradable.
ACTIVIDADES TURÍSTICAS Y CULTURALES
Lazagurría, además de su rica herencia histórica y arquitectónica, ofrece a sus residentes y visitantes una variedad de instalaciones y espacios para el esparcimiento y la actividad comunitaria.
En el ámbito deportivo y recreativo, el pueblo cuenta con un frontón, brindando un lugar propicio para la práctica de deportes tradicionales vascos, como la pelota vasca. Asimismo, las piscinas municipales proporcionan un espacio refrescante durante los meses cálidos, junto con áreas de esparcimiento y deportivas para el disfrute de la comunidad.
El tejido social de Lazagurría se fortalece gracias a la presencia de un centro sociocultural, que se erige como un punto de encuentro y reunión para los habitantes del pueblo. Este espacio polivalente se utiliza para la realización de cursillos, charlas y diversas actividades que promueven la participación y el intercambio cultural entre los residentes.
Con estas instalaciones, Lazagurría no solo preserva su patrimonio histórico, sino que también se proyecta hacia el futuro, proporcionando a sus habitantes un entorno propicio para la convivencia, la actividad física y el enriquecimiento cultural. Este equilibrio entre la tradición y la modernidad contribuye a hacer de Lazagurría un lugar vibrante y acogedor para aquellos que lo visitan y para quienes tienen el privilegio de llamarlo hogar.
