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PROCESIÓN DE VIERNES SANTO. ARMANZAÑAS
29 marzo
Desde 1582, año en que se establecieron las ordenanzas que regulan las festividades, la Semana Santa se convierte en una experiencia fascinante para aquellos que exploran este pintoresco pueblo. Cada año, los lugareños llevan a cabo una procesión tradicional que atrae la atención de la comunidad local y visitantes por igual.
El ritual comienza con la reunión de los participantes en las antiguas escuelas, donde se visten con las túnicas características de la ocasión. Este momento ofrece una visión única de la vestimenta y las costumbres de antaño.
Una vez preparados, el grupo avanza en silencio hacia la iglesia, donde se ofrece la oportunidad de participar como voluntario en el desfile de las imágenes religiosas, brindando una perspectiva práctica de la devoción local.
Al concluir la procesión, se abre la oportunidad para que los asistentes se sumerjan en la cultura local al unirse a los lugareños en una merienda comunitaria en las mismas antiguas escuelas. Aquí, se puede degustar la gastronomía tradicional mientras se comparten historias y se experimenta el sentido de comunidad que caracteriza a este pueblo.
Desde 1582, año en que se establecieron las ordenanzas que regulan las festividades, la Semana Santa se convierte en una experiencia fascinante para aquellos que exploran este pintoresco pueblo. Cada año, los lugareños llevan a cabo una procesión tradicional que atrae la atención de la comunidad local y visitantes por igual.
El ritual comienza con la reunión de los participantes en las antiguas escuelas, donde se visten con las túnicas características de la ocasión. Este momento ofrece una visión única de la vestimenta y las costumbres de antaño.
Una vez preparados, el grupo avanza en silencio hacia la iglesia, donde se ofrece la oportunidad de participar como voluntario en el desfile de las imágenes religiosas, brindando una perspectiva práctica de la devoción local.
Al concluir la procesión, se abre la oportunidad para que los asistentes se sumerjan en la cultura local al unirse a los lugareños en una merienda comunitaria en las mismas antiguas escuelas. Aquí, se puede degustar la gastronomía tradicional mientras se comparten historias y se experimenta el sentido de comunidad que caracteriza a este pueblo.
Desde 1582, año en que se establecieron las ordenanzas que regulan las festividades, la Semana Santa se convierte en una experiencia fascinante para aquellos que exploran este pintoresco pueblo. Cada año, los lugareños llevan a cabo una procesión tradicional que atrae la atención de la comunidad local y visitantes por igual.
El ritual comienza con la reunión de los participantes en las antiguas escuelas, donde se visten con las túnicas características de la ocasión. Este momento ofrece una visión única de la vestimenta y las costumbres de antaño.
Una vez preparados, el grupo avanza en silencio hacia la iglesia, donde se ofrece la oportunidad de participar como voluntario en el desfile de las imágenes religiosas, brindando una perspectiva práctica de la devoción local.
Al concluir la procesión, se abre la oportunidad para que los asistentes se sumerjan en la cultura local al unirse a los lugareños en una merienda comunitaria en las mismas antiguas escuelas. Aquí, se puede degustar la gastronomía tradicional mientras se comparten historias y se experimenta el sentido de comunidad que caracteriza a este pueblo.
Desde 1582, año en que se establecieron las ordenanzas que regulan las festividades, la Semana Santa se convierte en una experiencia fascinante para aquellos que exploran este pintoresco pueblo. Cada año, los lugareños llevan a cabo una procesión tradicional que atrae la atención de la comunidad local y visitantes por igual.
El ritual comienza con la reunión de los participantes en las antiguas escuelas, donde se visten con las túnicas características de la ocasión. Este momento ofrece una visión única de la vestimenta y las costumbres de antaño.
Una vez preparados, el grupo avanza en silencio hacia la iglesia, donde se ofrece la oportunidad de participar como voluntario en el desfile de las imágenes religiosas, brindando una perspectiva práctica de la devoción local.
Al concluir la procesión, se abre la oportunidad para que los asistentes se sumerjan en la cultura local al unirse a los lugareños en una merienda comunitaria en las mismas antiguas escuelas. Aquí, se puede degustar la gastronomía tradicional mientras se comparten historias y se experimenta el sentido de comunidad que caracteriza a este pueblo.
Desde 1582, año en que se establecieron las ordenanzas que regulan las festividades, la Semana Santa se convierte en una experiencia fascinante para aquellos que exploran este pintoresco pueblo. Cada año, los lugareños llevan a cabo una procesión tradicional que atrae la atención de la comunidad local y visitantes por igual.
El ritual comienza con la reunión de los participantes en las antiguas escuelas, donde se visten con las túnicas características de la ocasión. Este momento ofrece una visión única de la vestimenta y las costumbres de antaño.
Una vez preparados, el grupo avanza en silencio hacia la iglesia, donde se ofrece la oportunidad de participar como voluntario en el desfile de las imágenes religiosas, brindando una perspectiva práctica de la devoción local.
Al concluir la procesión, se abre la oportunidad para que los asistentes se sumerjan en la cultura local al unirse a los lugareños en una merienda comunitaria en las mismas antiguas escuelas. Aquí, se puede degustar la gastronomía tradicional mientras se comparten historias y se experimenta el sentido de comunidad que caracteriza a este pueblo.
Desde 1582, año en que se establecieron las ordenanzas que regulan las festividades, la Semana Santa se convierte en una experiencia fascinante para aquellos que exploran este pintoresco pueblo. Cada año, los lugareños llevan a cabo una procesión tradicional que atrae la atención de la comunidad local y visitantes por igual.
El ritual comienza con la reunión de los participantes en las antiguas escuelas, donde se visten con las túnicas características de la ocasión. Este momento ofrece una visión única de la vestimenta y las costumbres de antaño.
Una vez preparados, el grupo avanza en silencio hacia la iglesia, donde se ofrece la oportunidad de participar como voluntario en el desfile de las imágenes religiosas, brindando una perspectiva práctica de la devoción local.
Al concluir la procesión, se abre la oportunidad para que los asistentes se sumerjan en la cultura local al unirse a los lugareños en una merienda comunitaria en las mismas antiguas escuelas. Aquí, se puede degustar la gastronomía tradicional mientras se comparten historias y se experimenta el sentido de comunidad que caracteriza a este pueblo.
Tejiendo Caminos y Bizi Codés colaboran para recabar información y mantener actualizada esta agenda que tiene como fin la promoción y disfrute de todos los eventos celebrados en los pueblos de la Sierra de Codés.