EL BUSTO
En los anales de la historia, El Busto emerge como un enclave de profundo significado, cuyo nombre evoca las tierras de abundantes pastos que lo circundan. Integrado en el grupo de las cinco villas junto con Armañanzas, Torres del Río, Sansol y Los Arcos, esta localidad fue testigo de una trayectoria marcada por la influencia de Castilla desde el siglo XV hasta los albores del XVIII. A pesar de ello, eclesiásticamente permaneció ligada a la Diócesis de Calahorra hasta el año 1956, confirmando así su dualidad histórica.
Como parte insustituible del Camino de Santiago, El Busto ocupó un lugar de relevancia inestimable en su época dorada. Su iglesia, conforme a los estándares arquitectónicos que caracterizan a las edificaciones que jalonan el Camino, presentaba una singularidad: escalinatas diseñadas tanto para la ascensión como para el descenso de los peregrinos provenientes de Los Arcos y aquellos que se encaminaban hacia Torres del Río. La torre de la iglesia, con su linterna encendida durante las noches, fungía como faro guía para los caminantes, iluminando su sendero en la oscuridad.
En la actualidad, la comunidad de El Busto alberga la aspiración de figurar en las guías del Camino, emergiendo como una ruta alternativa que destaca su importancia histórica y su estrecha vinculación con esta emblemática senda de peregrinación. Asimismo, se hace mención a la existencia de la antigua ermita de San Ramón en su territorio, cuya desaparición no hace sino añadir otra capa de historia a la ya rica amalgama cultural de El Busto.
Esta villa y municipio español, ubicado en la Comunidad Foral de Navarra, se erige como un testimonio viviente de la grandeza histórica de la región. En la merindad de Estella, a una distancia de cinco kilómetros y medio de Los Arcos, se yergue majestuoso El Busto, compartiendo las características inherentes a los pueblos que jalonan la senda hacia Santiago de Compostela.
Su iglesia, dedicada a San Andrés y erigida en el siglo XVI, exhibe orgullosa escalinatas que testimonian el deambular constante de los peregrinos, con sendas tanto de ascenso como de descenso, marcando el ritmo de la peregrinación. La casa consistorial, erigida en el siglo XVIII y reconstruida en 1982, añade su propia nota de historia a la estampa de El Busto. Entre las estrechas callejuelas del pueblo, se alzan imponentes casas señoriales con sus blasones, testigos silenciosos del devenir del tiempo.
En el escudo municipal, se vislumbra un fondo azur que acoge un manojo de espigas doradas, emblema de la riqueza agrícola y el trabajo incansable que caracteriza a esta noble localidad. Por timbre, un yelmo empenachado, símbolo de la bravura y la valentía que siempre han caracterizado a sus habitantes.
Al término de El Busto pertenece también el despoblado de Melgar, antigua encomienda de la Orden de San Juan en la comarca de Los Arcos, que se despobló en la primera mitad del siglo XV. Estaba situado en ambos márgenes del arroyo Melgar entre Sansol, El Busto y Los Arcos.
En un jardín vacío del pueblo detrás de la parroquia hubo un monasterio. Las casas que rodean la parroquia eran propiedad de los religiosos. Uno de los vecinos que vive ahora en una de esas casas encontró hace unos años en su bodega el pozo de donde extraían agua los religiosos.
HISTORIA
PASEO POR EL BUSTO NAVARRA (video). YouTube. Propiedad de @infolaso
Cada una de las cinco localidades que la componían: Los Arcos, El Busto, Sansol, Torres y Armañanzas, denominadas tanto villas como aldeas en la documentación de la época, mantenían su autonomía administrativa mediante sus respectivos concejos municipales y parroquiales. Sin embargo, en sus relaciones con Navarra o Castilla, actuaban de manera coordinada, siendo Los Arcos la cabeza de todas ellas y el centro administrativo de la región, albergando la escribanía o notaría.
Un dato interesante es que a los habitantes de este lugar, les suelen llamar Cigüeños
~ Bizi Codés
PATRIMONIO CULTURAL Y ARQUITECTÓNICO
En la primera mitad del siglo XVI, la majestuosa iglesia de El Busto emerge como un testimonio vivo de la creatividad y maestría arquitectónica de la época. Construida en un estilo que fusiona el gótico-renacentista con elementos del siglo XVIII, esta obra maestra es un verdadero tesoro para la vista y el alma.
En su interior, el imponente retablo Mayor, obra de los renombrados artistas Berruguete y Joly, es un despliegue de belleza y simbolismo, con la figura serena de San Andrés presidiendo la escena. Cada rincón de la iglesia respira historia y devoción, desde sus bóvedas de crucería hasta los fragmentos de la antigua torre que se funden con la estructura barroca.
Los tesoros artísticos que alberga esta venerable edificación son un deleite para los sentidos. La sillería romanista del siglo XVI y los retablos gemelos del XVII, dedicados a la Virgen del Rosario y San Sebastián, son testimonios del talento de los artesanos de antaño. Y no podemos olvidar los delicados retablos rococó del Corazón de Jesús y la Virgen de Nieva, que añaden un toque de gracia y elegancia al conjunto.
Así, la iglesia de El Busto nos invita a adentrarnos en un viaje en el tiempo, donde cada detalle arquitectónico y artístico cuenta una historia fascinante y nos transporta a épocas pasadas de esplendor y devoción. Es un lugar donde la belleza y la historia se entrelazan para ofrecer una experiencia única e inolvidable.
En la plaza del Rollo y a lo largo de la Calle San Andrés, se encuentran los edificios y blasones más destacados de El Busto, que datan de los siglos XVI y XVII. Estos lugares ofrecen una visión auténtica de la historia y la arquitectura de la localidad en épocas pasadas. Es un área encantadora para pasear y disfrutar del ambiente histórico de El Busto.
En sentido longitudinal atraviesa la población la calle de San Andrés donde se localizan los edificios y blasones más representativos de la localidad. La n.° 16 es una casa de piedra del siglo XVI que conserva el arco de ingreso de medio punto marcado por fuertes dovelas y sobre él dos cuerpos con vanos adintelados. Además cuenta con un escudo sobre el portal. En la fachada del n.° 14 se adosa un blasón en piedra del siglo XVII con las armas de los FERNANDEZ que lleva la leyenda D(OMIN)E OBVMBRASTI SUPER CAPUT MEVM IN DIE BELLI; es de estilo barroco sobre águila de San Juan y con cartelas vegetales. En su campo cinco roeles con cinco fajas, un creciente ranversado y una flor de lis.
En el n°2 de la calle San Andrés es un macizo bloque de sillería, de estilo Reyes Católicos, que presenta el arco de ingreso de medio punto marcado por potentes dovelas y protegido por un alfiz apeado en ménsulas prismáticas semejantes a las de la parroquia; la clave del arco conserva restos de un escudo gótico. Sobre esta planta baja se alzan dos cuerpos de vanos adintelados, rematando el edificio en un sencillo alero de madera con ménsulas. A la altura del cuerpo noble se adosa un blasón de piedra, de la segunda mitad del siglo XVII, con las ARMAS DE LOS REMIREZ DE GANVZA, orlado de cartelas y guirnaldas de frutos. En su campo, cinco castillos. La casa n.° 1 de la misma calle, situada enfrente de la anterior, conserva otro blasón de piedra con las ARMAS DE MIGUEL FERNANDEZ DE MELQUE; es de factura moderna pero sigue modelos barrocos y presenta su campo terciado en banda con cinco panelas y un creciente, de una parte, y cinco estrellas y dos calderos, de la otra.
De la calle San Andrés se llega a la plaza del Rollo donde se encuentra una casa del siglo XVII labrada en sillar con arco de ingreso en la planta baja, un segundo cuerpo de vanos adintelados y un ático que culmina en alero de madera sobre ménsulas lisas. Conserva en su fachada un escudo de piedra de la segunda mitad del siglo XVIII con las ARMAS DE PEDRO M(ART)IN(E)Z DEL BUSTO que sigue modelos barrocos; en su campo cinco roles y un creciente.
En la calle San Andrés n.°7 se encuentra una casa con un escudo contemporáneo y con portal en forma de arco que según los vecinos fue un hospital o una posada para peregrinos.
La casa consistorial de El Busto, erigida en el siglo XVIII y sometida a una reconstrucción en 1982, es un hito arquitectónico notable en la localidad. Con sus cuatro plantas y fachadas revocadas, esta estructura representa tanto la historia como la evolución de la comunidad a lo largo de los años. Es un símbolo de la identidad y la administración local de El Busto, que perdura como un punto de referencia en el corazón del pueblo.
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ENTORNO NATURAL
El Busto
GEOGRAFÍA
La particularidad geomorfológica de El Busto, dividido en dos porciones, añade una interesante diversidad paisajística al entorno. Al norte, se extiende una llanura, mientras que al sur se eleva una zona más accidentada y montañosa. Esta variación topográfica ofrece una riqueza visual y ambiental única. Además, la presencia de diferentes formaciones geológicas, como arcillas, calizas y yesos, contribuye a enriquecer la composición del terreno.
























